jueves, 21 de septiembre de 2017

Ocaso


Cuando las plegarias se rinden al olvido,,, y los sueños vencen a la realidad,,, sólo nos queda el resquicio de un atardecer mudo,,, sigiloso y de belleza exausta,,,
No es en vano que escribo soñando,,, que lanzo verborrea incoherente y sin sentido,,, suplicando auspicio de satisfacer y complacer a mi fuero interno,,,
El privilegio aflora en la generosidad del alba,,, y el deleite del atardecer,,, 
Las noches se inundan de magia,,, embargada de música onírica,,,
La sensatez descansa,,,

Mas las palabras que el viento mece,,, que la conciencia acuna,,, no son más que conflictos de emociones,,, de sentimientos heridos y enclenques,,, de maraña efímera y dolosa,,, 
Son hastíos mustios de flaqueza e impotencia,,, de consabida idiosincrasia,,, con bamboleo de altivez alevosa,,,
Es un laberinto de promesas vanas,,, de ingratitud arrogante y pretenciosa,,, 

Pero hoy,,, desde el horizonte de mi impavidez,,, me rindo al culto del regalo de la naturaleza,,, me someto a la viveza del universo,,, del cosmos,,, y toda la creación,,, porque desde mi cautiverio terrenal,,, me regocijo de la seducción tornasolada del Ocaso,,,